El peligro
estará
latente
La fiebre
se te hará
una bola grande
como esta farsa
Quedate tranquila
que seguirás muriendo
delante de tu cuadro
de vergüenza pensando
en el honor de los marineros
que llegan a ecuador a fundar
un bar e invitan la copa de cada uno
de los descorazonados que la necesitan de verdad
y la sacan de mentirita por el rabillo de las vejigas
Con la luz del plata dicientote
que en fin nada cambiara
todo es
un descenso
dificultoso
y constante
Somos criaturas dejadas
a la mala del mar
mientras los señores
de los tramayos
impulsan una oda
a los vientos del norte
que andan perdidos
por el golfo
¿cuàl es?
Envases con pilas
y medallones
gastados de no pertencer
cansados
de rozar cuellos
u oxidarlos hasta
que algún desprevenido
de pronto tal vez nada
pequeñas
y aceradas bolas
facilitando el andamiaje
pibes lanzados
a la aventura
de una calle empinada
con las rodillas vírgenes
¿quién tiraba
de ese carrito
a tracción?
desgastadas
y hemolíticas perlas
de naftalina que bajan
de la cirrosis o la sífilis
cosas dejadas así
cosas
que van a ir
a parar a los caños
como nosotros
como cada mañana
donde es tan tarde
que el día nos madruga
tenias los ojos del soldador
tenias la facilidad
de pasar del me al nos
sin musitar ni soltarnos la mano
deshacernos contra
el grueso de los revoques
desfondar nos
eso
¿El sensual
abandono
viste?
Como sentir
que te han
puesto
en venta
Para decir
que era fácil
y no te diste
cuenta
tarde
noche
con el diario
del lunes
es fácil
leer y releer
las necrológicas
buscar un rubro
donde clasificar
la desilusión de pasado
el domingo
eso
seguir
traccionar
a latido
bomba y bomba
mazacotes de carne
dispuestos a empaquetar
encerrarse en gimnasios
y habitáculos
llevar impuestos
pasear perros
del tamaño
de un puño
mirar a minas
que tienen el afán
de meterse cosas
y sacar culos derechitos
el octanaje
de la civilización
descascarándose
entre los afiches
el puesto
de panchos
de tito rodeado
de tocayos
la parejita
despareja
chapando
frente al cartel
de la propaganda
de autos para narigones
la derogación de la ley del embudo referida
en el lugar donde desaparecieron los pibes
que se juntaban a fumar y creían en las palabras
y murieron de espaldas sin poder decir nada
¿como llegamos a esto?
¿como llegamos al principio
del chorro de la arcada
como recomponemos
este vacío con el cual
fuimos envasados?
¿esto era ?
el rey leyendo
algunos se ríen de antemano
algunos presencian
algunos se ausentan
y dudan de su disponibilidad
en el siguiente cuarto intermedio
Ese era el fin
que cantaba charly
El que copiaba fito
El que lleve hasta
las doscientas
de un paraje alejado
No vales la pena
No vales
toda esta alegría
Que se me abarrota
en los nudillos
estallando sonrisas
ayer
bajaron
el comedor
de don aedo
Somos demasiado poco
en medio de esta nada
que lo cubre todo
y se abandona
Fijate como le crece
el pelo a la nada
las uñas
Las lagañas del lector
ideal que imaginaste
en babydol y una vez
que lo tenias ahí
falla
Se canso
de imaginarte
en la penumbra
genio
Se canso
de dejarse traer
por el perdido
que amaina en la manga
y va por una gancia
al bar religión para pensar
en cada una de las que podían haber sido
de no haber tenido un mar o una botella o
esta puta ciudad de whiskys con soles
y señales latentes
Acá tienen mis ojos
Acá tienen mis poemas
Allá está tu sabana
petrificándose en la corrosión
de dos que no se conocen ni conocerán jamás
porque así
de nunca
puede
decirse
esto
Nicolás Guglielmetti
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