
no sé qué habrá pasado
yo podía agarrar el agua con las manos y soltarla
antes de que se escurra,
pero ahora
se ve que no sabemos qué hacer con el silencio
mientras esta metamorfosis
los ojos como campos de otro siglo
vacíos, sin un pájaro yendo
sin bandadas
de gente que vuelve de alguna guerra
yo podía sentarme y esperar en el desierto
quedarme sin sudor ofreciendo arena
pero ahora
quisiera tanto que la vida fluya como un buen poema
como esas pocas cosas que tienen que ver con la vida
que no se termine la voz que lo relata
no dejar de escuchar sino mil voces que suenan
como carnavales en las estrellas
si quedara un solo desierto para ir a sentarse
pero ahora sólo soy una persona que fuma
como quien no sabe lo que está por pasar
sentado en la puerta de casa
y deja que todo quede ahí mismo
sin entrarlo a los ojos
yo podía verte llorar y sentir cómo caían las gotas
con qué soledad encontrar una nueva fortaleza
o que la vida empiece de nuevo, un primer día
pero ahora nada más quiero ser
el pasado que otro abandonó y yo tome
como a quien le es indiferente el destino ajeno
y lo mira y lo transita como el cielo en una película
que habla de un cielo viejo y usado
tan muerto ya, tan lejos y otro
que a quién le va a importar que la película se rompa
y aparezcan las manchas de los días
preciosas al principio
la suciedad que muestra el uso, la utilidad
yo podía quedarme buscando el presagio de la belleza
sabiendo que nunca me iba a dejar sola
pero dónde está la chica que me prometió darme de a poco
algo por lo que sufrir
es una quietud tan grande y repetida
nada de esto podrá ser un poema
falta que pase la vida, que pasen las horas
que llueva mil veces más y mil veces se sienta
el abandono
ese animal desconocido que duerme adentro
y no siente lo que no entiende
pero entonces
abrís los brazos mientras mirás la pared
y yo pienso en la metamorfosis
en cómo nos vamos haciendo seda
y quisiera abrazarte antes de que te transformes y te alejes
como en un final de película muda a la que le falta el final
y nomás te chupa la pantalla para atrás y terminó la historia
tener que soportar este silencio
como quien nace y escucha los gritos que serán para siempre
su recordatorio y su pesadilla
después está esa gente que gira mientras gira el mundo
los que tienen fe en que el infierno son los otros
yo hace rato me convertí en un otro
pero antes podía huir nada más porque se hacía de noche
ahora no me retengo, no sé qué curso va a tomar mi cuerpo
bien sé que quisiera correr hasta que se me abra
desgarrarme mientras sale el alma y ser
sin todo eso
una porción de aire
una porción de ese lugar al que unos pocos llegaban por accidente
pero ahí se dejaban estar, quizás fuera por la ventana
que siempre guardaba restos de una lluvia vieja y ranas
confundiéndose con hojas
pero ahora no me retengo y vos no sabés lo de la noche
que cuando viene como una manta que ya no está agujereada
es que la cosieron para la asfixia
para los que salgan cuando se hizo tarde
y así mientras se cae y nos transformamos
la vida es una involución no es eso lo que duele
me duele por ejemplo el tema del clavel que se marchita
y de cualquier modo lo tengo acostado en el parlante
para que parezca olvido
pero siento cómo me mira
de la misma manera en que me miraba esa parte de la vida
que faltaba adivinar
yo podía agarrar el agua con las manos y soltarla
antes de que se escurra,
pero ahora
se ve que no sabemos qué hacer con el silencio
mientras esta metamorfosis
los ojos como campos de otro siglo
vacíos, sin un pájaro yendo
sin bandadas
de gente que vuelve de alguna guerra
yo podía sentarme y esperar en el desierto
quedarme sin sudor ofreciendo arena
pero ahora
quisiera tanto que la vida fluya como un buen poema
como esas pocas cosas que tienen que ver con la vida
que no se termine la voz que lo relata
no dejar de escuchar sino mil voces que suenan
como carnavales en las estrellas
si quedara un solo desierto para ir a sentarse
pero ahora sólo soy una persona que fuma
como quien no sabe lo que está por pasar
sentado en la puerta de casa
y deja que todo quede ahí mismo
sin entrarlo a los ojos
yo podía verte llorar y sentir cómo caían las gotas
con qué soledad encontrar una nueva fortaleza
o que la vida empiece de nuevo, un primer día
pero ahora nada más quiero ser
el pasado que otro abandonó y yo tome
como a quien le es indiferente el destino ajeno
y lo mira y lo transita como el cielo en una película
que habla de un cielo viejo y usado
tan muerto ya, tan lejos y otro
que a quién le va a importar que la película se rompa
y aparezcan las manchas de los días
preciosas al principio
la suciedad que muestra el uso, la utilidad
yo podía quedarme buscando el presagio de la belleza
sabiendo que nunca me iba a dejar sola
pero dónde está la chica que me prometió darme de a poco
algo por lo que sufrir
es una quietud tan grande y repetida
nada de esto podrá ser un poema
falta que pase la vida, que pasen las horas
que llueva mil veces más y mil veces se sienta
el abandono
ese animal desconocido que duerme adentro
y no siente lo que no entiende
pero entonces
abrís los brazos mientras mirás la pared
y yo pienso en la metamorfosis
en cómo nos vamos haciendo seda
y quisiera abrazarte antes de que te transformes y te alejes
como en un final de película muda a la que le falta el final
y nomás te chupa la pantalla para atrás y terminó la historia
tener que soportar este silencio
como quien nace y escucha los gritos que serán para siempre
su recordatorio y su pesadilla
después está esa gente que gira mientras gira el mundo
los que tienen fe en que el infierno son los otros
yo hace rato me convertí en un otro
pero antes podía huir nada más porque se hacía de noche
ahora no me retengo, no sé qué curso va a tomar mi cuerpo
bien sé que quisiera correr hasta que se me abra
desgarrarme mientras sale el alma y ser
sin todo eso
una porción de aire
una porción de ese lugar al que unos pocos llegaban por accidente
pero ahí se dejaban estar, quizás fuera por la ventana
que siempre guardaba restos de una lluvia vieja y ranas
confundiéndose con hojas
pero ahora no me retengo y vos no sabés lo de la noche
que cuando viene como una manta que ya no está agujereada
es que la cosieron para la asfixia
para los que salgan cuando se hizo tarde
y así mientras se cae y nos transformamos
la vida es una involución no es eso lo que duele
me duele por ejemplo el tema del clavel que se marchita
y de cualquier modo lo tengo acostado en el parlante
para que parezca olvido
pero siento cómo me mira
de la misma manera en que me miraba esa parte de la vida
que faltaba adivinar
María Lucesole
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